Latinoamérica es la región más expuesta al ruido excesivo, factor detonante de estrés, males cardiacos y miles de muertes al año, según informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pese a las normas establecidas en diversos países para controlarlo, el ruido se impone como resultado de la mezcla sonora de música a alto volumen, construcción de obras, tráfico vehicular y el uso de altavoces.
Panamá no se escapa de este panorama. Según un estudio científico elaborado por la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), el ruido en la ciudad es superior a los 70 decibeles, límite indicado por la OMS .
El investigador Félix Henríquez, de la Facultad de Mecánica de la UTP, logró establecer mediante el software SoundPlan y un monitoreo constante en las principales avenidas, que el ruido en Panamá llega hasta los 81 decibeles, incluso cerca de hospitales.
Entre las áreas más ruidosas están la vía Simón Bolívar (Transístmica), cerca de la Caja de Seguro Social y frente al centro comercial Los Andes, detalla el estudio.
Natalia Young, ex directora de calidad ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente, indica que se deben adoptar medidas contra el ruido, ya que es una de las contaminaciones más perversas que existen. “Es un enemigo invisible que influye directamente en la salud de las personas”, dice.
De hecho, actualmente se trabaja en una nueva propuesta para regular el ruido ambiental que debe estar lista el próximo mes, asegura Eduardo Flores, físico de la Universidad de Panamá y presidente de la comisión que revisará las nuevas normas.
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