Playa Venao ha sido por mucho tiempo una de las playas favoritas para surfear en todo el país, donde además de surfistas, uno encontraba pescadores, campesinos, expatriados, buzos, y sobre todo durante los fines de semana, familias de la región. Esta confluencia de gente muy distinta, había convertido el rancho en donde vendían pescado frito y cervezas, en un punto de encuentro, y era uno de los grandes atractivos del lugar. Hoy, todo esto ha cambiado.
Panorama de playa Venao en los viejos tiempos
Dos proyectos inmobiliarios propiedad de israelíes han comprado grandes parcelas de terreno en el medio de la bahía y están construyendo dos hoteles de lujo. El rancho ha desaparecido y ha sido remplazado por dos restaurantes que han sido desertados por los locales y que son frecuentados por turistas únicamente. La quebrada Los Ranchos ha sido alterada por la construcción. El sitio ha perdido mucho de su encanto y de su tranquilidad de antaño.
Playa Venao es compartida por surferos y familias por igual
Por suerte Venao es una playa de alrededor 3km de largo, lo que permite alejarse –si uno quiere- del concreto. Hacia los dos lados de la bahía hay poca gente y hay un par de quebradas que desembocan en el mar, la quebrada Las Escobas y la quebrada Los Balsos. Es posible bañarse en alguno de ellas, según la estación; la penúltima, del lado izquierdo de la bahía si se está frente al mar (Las Escobas), es la más adecuada, tiene una piscina natural que los niños locales siguen usando.
Es en la parte central de la bahía que se agrupan los surfistas, porque es donde hay olas grandes, pero en las partes laterales de la playa, el oleaje se reduce considerablemente, para los que quieran aprender a surfear o nadar en aguas más tranquilas.
Mapa de Pedasí y alrededores
En estas partes, y especialmente durante la marea baja, hay muchas manta rayas, por lo que se recomienda entrar al mar deslizando los pies. Las picaduras de manta raya son muy dolorosas; una forma de atenuar el dolor es poniendo el pie o parte afectada en agua muy caliente que se puede conseguir en los restaurantes, pero de todas formas se recomienda atención médica para desinfectar la herida.
Durante los meses de enero y febrero, hay aguamalas, pero son chicas y las quemaduras son muy leves. Es posible aún acampar en toda la bahía, pero la gente tiende a hacerlo cerca de lo que era el rancho, porque hay árboles para resguardarse del sol y del viento que puede ser muy fuerte en verano. Probablemente ya no sea posible hacerlo una vez que acaben de construir el hotel.
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