Lel 27 de mayo de 1980 la empresa Ideal Toy Corporation lanzó al mercado internacional el que rebautizó como Cubo de Rubik y se inició un éxito sin precedentes de este rompecabezas mecánico que acaba de alcanzar los 30 años. Inventado por el escultor y profesor de arquitectura húngaro Ernö Rubik, fue realmente ideado en 1974 con el nombre de Magic Cube, el cual registró un año después (1975).
Rubik le concedió luego a la empresa fabricante de juguetes Politechnika, su producción en serie. En 1977 apareció en las principales estanterías de las jugueterías de Budapest los primeros cubos, alcanzando una rápida popularidad.
El éxito obtenido en Hungría imponía que traspasara las fronteras para animar, desesperar y ‘romper’ millones de cerebros en pos de descifrar su solución, fue entonces cuando se le cambio el nombre por Cubo de Rubik.
Su estructura conceptual consiste en un cubo de seis caras, formadas por nueve cubos más pequeños. Cada cara tiene un color diferente y son giradas mediante un ingenioso mecanismo interno. El objetivo final consiste en lograr que los pequeños cubos sean de un mismo color en cada cara. Parece fácil y allí está su gran reto.
Estudios matemáticos han determinado la cantidad de combinaciones posibles considerándose el número más aceptado 43.252.003.274.489.856.000, es decir, cuarenta y tres trillones doscientos cincuenta y dos mil tres billones doscientos setenta y cuatro mil cuatrocientos ochenta y nueve millones ochocientas cincuenta y seis mil permutaciones. Se calcula que se han vendido más de 350 millones de cubos de Rubik en el mundo.
