lunes, 2 de noviembre de 2009

Higiene doméstica: soluciones naturales

Detergentes, friegasuelos, quitamanchas, amoniacos, disolventes de grasas, limpiacristales, espumas para limpiar el hormo… la lista de productos químicos que ayudan a mantener el hogar limpio, libre de gérmenes y con buen aspecto, es numerosa y puede absorber una parte considerable del presupuesto mensual.


Algunos productos de limpieza se adquieren en previsión de que ocurra un inconveniente puntual y después de utilizados quedan olvidados en algún rincón de la casa, hasta que el problema se repite meses o incluso años después, y ya no sirven porque se han secado, estropeado o han superado su fecha de caducidad.

Si pone a trabajar la memoria, probablemente recordará que esta desagradable situación no la ha vivido una sino decenas de veces. Hay que volver a comprar los productos de limpieza doméstica, con las consiguientes molestias, pérdidas de tiempo y nuevo golpe para el alicaído bolsillo familiar en épocas de crisis.

Además, algunos de estos productos químicos no solo son costosos, sino que además pueden resultar tóxicos para quien los utiliza sin tomar precauciones, además de ser nocivos para el medioambiente o peligrosos para los niños que viven en la casa. ¿Para qué complicarse? Hay una serie de sustancias que no contaminan, están siempre a mano y se pueden utilizar para limpiar el hogar, sin necesidad de correr riesgos ni gastar mucho dinero.

Solo se trata de conocerlas y aprovecharlas. ¡La próxima vez que vayas al supermercado y pienses en lo que te hace falta para higienizar las áreas más concurridas y utilizadas de tu casa -el baño y la cocina- de forma respetuosa con el medioambiente y tu seguridad, busca en la sección de alimentación en vez de en la de limpieza, como haces siempre! Según la experta en economía y gestión doméstica Silvia Ribas Hidalgo, la campana extractora de la cocina puede limpiarse y desengrasarse con la ayuda de un cítrico muy habitual en la mayoría de las cocinas y disponible todo el año: el limón.

LIMONADA PARA LA COCINA

Para aprovecharlo, hay que poner a hervir el zumo de 3 ó 4 limones. Además de aromático, el vapor que resulta del hervido es un excelente desengrasante y ablandador de suciedad, que facilita la posterior limpieza del sistema extractor mediante el mismo líquido de “limonada caliente” o con alcohol de quemar. Una de las infusiones más populares en todo el mundo, no solo puede utilizarse para “alegrar el paladar”, calentar el cuerpo y recibir un ”empujón estimulante” por la mañana y durante el día.

Para eliminar los malos olores, basta con colocar un poco de café molido encima de un fogón todavía caliente. El poso de esta bebida también puede utilizarse para desatascar los desagües obstruidos, siempre que el taponamiento no sea muy severo.

El procedimiento es sencillo: consiste en humedecer un poco de café con agua y verter el líquido resultante por la cañería atascada. Después hay que dejar actuar este “desatascador natural” durante toda la noche y a la mañana siguiente eliminarlo, dejando correr agua muy caliente por la tubería.

El popular vinagre no solo sirve para dar sabor a las ensaladas, sino que además puede ser eficaz para quitar los depósitos de cal en la máquina lavadora. Para quitar la cal a este electrodoméstico solo hay que verter cuatro litros de agua con vinagre (una tercera parte de vinagre por cada dos terceras parte de agua) dentro del tambor y efectuar un programa de lavado a alta temperatura. Las bañeras también lucirán más blancas y libres de rayas, si se limpian periódicamente con agua con sal fina de cocina o agua con vinagre, aclarando después con agua del grifo.

Para eliminar las manchas de sudor de la ropa, basta con dejarlas en remojo en agua con unas gotas de vinagre unas horas antes de lavarlas en la máquina lavadora. La sal por su parte, no solo es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina, sino que además tiene infinidad de aplicaciones si se quiere una limpieza domestica “más verde”.

Para limpiar una sartén quemada hay que poner una buena cantidad de sal en el fondo, verter agua hirviendo y dejar actuar la mezcla durante toda la noche. Si lo que se quiere es limpiar las ventanas de la casa, hay que frotar los cristales con un trapo mojado en agua con sal.

Después solo hay que abrillantar las superficies pasándoles un trozo de papel de periódico. “Asimismo, el color de los muebles de mimbre puede recuperarse frotándolos con un cepillo y una solución de agua y sal, en una proporción de una cucharada de sodio por cada 5 litros de líquido”, señala Silvia Ribas Hidalgo.

Danny

Author & Editor

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