martes, 5 de mayo de 2009

Parque el Caño: Arqueologia en Panama

El Parque Arqueológico El Caño, se encuentra en un área que está emplazada en una de las regiones del Istmo, más favorables para un asentamiento humano, sustentado por un basamento agrícola productivo. La región se encuentra cerca del Pacífico, en la que se puede encontrar una estación seca y lluviosa, lo cual se considera son benévolas para la comunidad.

La paleocología y la arqueología han demostrado que es esta región la zona explotada por el hombre. Se define esta área como de sabana por hierbas, con vegetación de arbustos y escasos árboles. Esta región no sólo favorece al hombre, sino también a la fauna. Dista aproximandamente 9 kilometros de Natá.

En los tiempos de la inaguración del canal interoceánico, se organizó una exposición de algunos objetos arqueológicos procedentes de Coclé. Por lo que el norteamericano Carl P. Curtis se interesó e informó a los Estados Unidos, de un viaje que realizata a tierras coclesanas definiendose posteriormente, la cultura Coclé.

Hyatt Verril atraido por la potencialidad y originalidad de estos sitios arquelógicos, incursionó con este espíritu aventurero y poco científico por las provincias centrales, dirigiendo su atención a la regiòn del Río El Caño. En su confluencia con el Río Grande, encontro lo que según el, describe como un Templo, que denominó el “Templo de los mil ídolos” o “Sitio del templo”, por estar constituidas por centenares de bloques de piedras labradas, gran parte de ellas en forma de columnas d variados tamaños y numerosos ìdolos con diseños biomorfos. En noviembre de 1925, excavaciones revelaron el trazado del templo, plasmado en un plano que sugiere se trataba de un templete que constituìan un patio en forma de rectangulo, 300 x 700 metros, con una serie de ídolos.

Esto acrecentó el interés por los restos culturales precolombinos, de los cuales Verril destaca innumerables tumbas, monumentos ceremoniales, sitios de viviendas, montículos, tiestos, artefactos de piedra y otros artìculos.

Verril confiesa haberse llevado las columnas y las estatuas a los Estados Unidos.

Ceremonias religiosas debieron llevarse a cado dentro del recinto, decorado con esculturas de piedras con motivos humanos y zoomorfos de estilo muy particular.

Verril se comprometía, a partir de un contrato en 1925, a excavar el territorio, y en común acuerdo y de manera equitativa, a ofrecer la parte que correspondía a la Nación y la parte del museo de Nueva York. Este no protegió los mejores intereses del Estado, por lo que en una carta enviada al Secretario de Instrucción en 1928, se dice entre otras cosas que “llevandose en cambio para el Museum of the American Indian, más de cincuenta cajas, llenas de fragmentos, vasijas enteras, estelas y figuras de animales humanas esculpidas en piedras, además de algunos objetos de adorno de calcedonia verde, entre ellos varis naringueras, con extremos cubiertos por casquillos de oro”.

En efecto, sólo se encuentra en Panamá legado de esta època, seis columnas talladas con motivos biomorfos. El sitio en si mismo fue objeto de explotación ilegal. La atención fue transferida al area colindante de Sitio Conte y Loma de los Muertos, por lo que cundió el olvido sobre el templete y el pasto cubrio su extensión. En 1973, con los trabajos de nivelación para habilitar el cultivo de caña de azucar, fueron destruidos varios montículos.

Las excavaciones realizadas por la dirección nacional del Patrimonio Histórico en el sitio ceremonial de el Caño comprendieron la identificación de elementos constituidos (aliniamientos de columnas , montículos, sepulturas) utilizando fotografía área de rayos infarrojos y prospección detenida del área previamente desbrogada la vegetación.

Se realizó labor de salvamiento arquelógico en los montículos 1 y 2 , que habían sido cortados por maquinarias pesadas con el fin de habilitar el sitio para cultivo de caña. En estos monticulos fueron rescatados urnas, funerarias en las cuales se hallaron piezas de oro coclesanas, cuentas de vidrio venencias y huesos de caballo (eqsus caballus) Este hallazgo denotó la ocupación histórica del sitio hasta el momento de la conquista hispana.

Realizando el levantamiento topográfico del área se estubo en condición de proceder a la excabación de los montículos funerarios 3 y 4. Estos montículos sn artificiales , pues claramente se observa el material arenoso superior , que procede de las ribieras del río. Dentro de ellos aparece el material cultural en el nivel 1.40- 1.50 metros extendiendoce hasta 4 metros donde se encuentra terreno estéril. Entre 7 y 10 entierros , se hallan en cada montículo acompañados cada uno de ellos de su ajuar junebre que consiste generalmente en piezas de céramica y restos de alimentos (espina de pescado de ceramica y restos de orfebrería es escasa , siendo la pieza mas importante un Aguila Bicefala. Encontrada dentro de una funeraria en el montículo 3. El hallazgo del esqueleto de un mono , acompañado de un esqueleto masculino , es de gan interés.

En distintos niveles de la excavación se hallaron fogones y restos óseos de animales consumidos denotando la practica de ofrendas y banquetes

Danny

Author & Editor

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