Y parte de esa heterogeneidad se debe al aumento que ha presentado el movimiento migratorio.
Durante el periodo de 1999-2005, 19 mil 58 extranjeros adquirieron el estatus de inmigrantes, 3 mil 782 más personas que entre 1992 y 1998, según estadísticas de la Contraloría General de la República
Además, el promedio de entrada de inmigrantes en el país entre 2003 y 2005 fue de poco más de 3 mil personas por año.
Sin embargo, Álvaro Cubilla, encargado del departamento de Análisis Demográfico de la Contraloría General de la República, recalca que estas cifras –suministradas por el Servicio Nacional de Migración– se basan en los extranjeros que tienen su documentación en orden y no incluye los indocumentados. “Hay muchos inmigrantes ilegales que no están reflejados en las gráficas. Es muy difícil tener el porcentaje aproximado de lo que representan en la población”, detalla.
Según Cubilla, factores como el Canal Interoceánico, el dólar, la Zona Libre y el boom inmobiliario han hecho de Panamá un país atractivo económicamente, captando la atención de muchas personas.
MEZCLA GENÉTICA
La frase “crisol de razas” –con la que se suele identificar a Panamá– tiene sus raíces en los mismos genes de la población.
Un estudio realizado en 5 mil personas por el profesor y director del Instituto de DNA y del Genoma Humano de la Universidad de Panamá Tomás Arias (ya difunto), indica que el 38% de los genes del panameño son indígenas, el 32% son de origen negro y el 30% restantes son blancos o caucásicos.
Esta combinación tuvo su génesis hace cientos de años debido al movimiento migratorio impulsado por la mano de obra que participó en construcciones masivas del país, como el ferrocarril y el Canal de Panamá, reseña la web republica-de-panama.com en su artículo Panamá multicultural.
Otro aspecto que evidencia la mezcla de razas y culturas en el país son los matrimonios entre panameños y foráneos.
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