Entre los 25 y los 35 años, muchas personas toman un conjunto de decisiones que tendrán un efecto sobre los aspectos financieros de su vida, que les obligarán a ajustar sus hábitos de gastos individuales a fin de lograr sus metas en pareja y como individuos, siempre y cuando se las hayan formulado. Estas decisiones son las siguientes:
1. Contraer matrimonio o vivir en pareja: Pienso que la mayoría de las parejas que han decidido contraer matrimonio aún recuerdan esos momentos previos a la boda. La planeación de todos los detalles, el momento de la ceremonia en un juzgado y luego en la iglesia, la emoción de los familiares.
Pasada la luna de miel, cada uno de los contrayentes cobra conciencia de que ahora ambos comenzarán una vida financiera juntos. Cada uno trae ya su propia historia financiera que ahora deberá compatibilizar, analizar, someter a un escrutinio crítico. El tema del dinero es uno de los más delicados en una pareja y mientras más abiertamente se maneje mejor para la consolidación de la relación. Se trata ahora de trabajar en las metas conjuntas y de sortear juntos todas las dificultades y momentos felices que ambos buscan al casarse. Ideal es que haya tres cuentas: mi cuenta, tu cuenta y nuestra cuenta, y por supuesto para que esto funcione bien debe existir un presupuesto antes de las cuentas.
2. Comprar su primera casa a través de una hipoteca: Luego de la decisión de casarse, casi siempre viene la de la compra de la casa o vivienda.
Esto es algo emocionante y retador. Aquí el presupuesto es el principal instrumento de toma de decisiones. Primero asegúrese a través de su presupuesto que usted y/o su pareja pueden asumir el compromiso. Pregunte en varios bancos y asegúrese de entender muy bien los términos y condiciones del contrato hipotecario que firmará. Ahora es que entenderá cuán importante es tener ahorros, buena salud y buenas referencias crediticias.
Considere los costos de los seguros, el costo de mantenimiento de su casa o condominio, los impuestos futuros. Mientras más planifique la compra mejor será la decisión que tome.
3. Buscar y conseguir el primer empleo o iniciar su propia empresa: Si ya tiene un empleo o una empresa suya cuídelos. Buscar empleo es cosa de planificar, tener paciencia y mover contactos. Si tiene un negocio, adminístrelo bien. Separe las cuentas de su negocio de las suyas.
Si ya se casó, recuerde que hay mucho en juego, presumiendo que aún no tiene hijos, pues si ya vienen uno o más en camino, es mucho más lo que hay en juego.
Cuide su empleo y no piense que es el único que podría tener; siga viendo opciones de mejoramiento laboral y profesional. Recuerde que usted en el mercado laboral también puede llegar a ser obsoleto.
4. Comprar auto nuevo: Un auto no es una inversión sino un gasto. No busque autos fuera de sus reales capacidades financieras. Evalúe la compra de un auto de segunda en buen estado.
5. Salir de las deudas: Evite entrar en el mundo del endeudamiento crónico. Si contrae deudas, que sean las estrictamente necesarias y en el menor plazo posible. No tener deudas lo acerca más a sus sueños mas preciados.
6. Invertir el dinero ganado: Considere ahorrar bastante para que tenga fondos para invertir. Vienen otros gastos en la vida y oportunidades que no deben truncarse por ausencia de ahorros. Piense ya en su jubilación.
Ahora que es joven podría correr algunos riesgos con sus inversiones. Sea prudente e inteligente al invertir.
El autor es asesor financiero personal.
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