El verano se convierte en una ventana de oportunidades para Royal Decameron y Playa Blanca, además de Breezes Resort, que recientemente se unió a la oferta de “todo incluido” en el área de Farallón.
Los representantes de estos hoteles advierten de una ocupación de entre 80% y 90%, incluso, algunos hablan de un 100%. Serían mil 333 habitaciones repletas de visitantes, sin contar el alcance de las villas y apartamentos que también forman parte de los tres complejos.
“Hasta ahora la demanda ha sido excelente, antes de haber comenzado la operación del hotel ya estábamos llenos para fin de año. Como todo hotel nuevo, las ocupaciones continuarán subiendo mes a mes durante el verano”, señaló Víctor Manjarrés, asesor regional de Breezes Resort.
Los clientes provendrán de países como Canadá, Estados Unidos, Finlandia, España, Alemania, Suiza, Holanda, Colombia, Argentina, Chile, Uruguay y Perú, entre otros.
Maru Gálvez, vicepresidenta del grupo RG Hotels (que maneja Playa Blanca y el futuro Nikki Beach), dijo que las expectativas de este año están por encima de las de 2009.
Sin embargo, también habla de que este año es algo diferente. Breezes se ha unido al negocio de todo incluido, hasta hace poco exclusivo de Royal Decameron y Playa Blanca.
Además, considera que en el ruedo competitivo está el Bristol Buenaventura, que aunque no se maneja bajo el paraguas de incluir todos los servicios por una sola tarifa, inició operaciones el año pasado también en Farallón, orientado a un segmento más exclusivo.
Según Gálvez, un elemento que podría ayudar a mejorar el posicionamiento de Panamá en el mapa turístico internacional es el aumento de los vuelos directos que provienen de Europa y Canadá, para que la llegada de los visitantes sea más fácil y a menor costo.
De hecho, los hoteles todo incluido tienen como primer colchón los vuelos chárter, que muchas veces logran ocupar hasta un 75% de sus habitaciones.
Nuevos productos y promociones
Los administradores de estos centros de alojamiento están conscientes de que las mejoras y nuevos productos para los huéspedes y visitantes se hacen necesarios para ofrecer una buena atención.
En el caso de Playa Blanca Beach Resort, Spa & Residences, se han hecho remodelaciones en las habitaciones, se ha abierto un nuevo restaurante tailandés y un centro de convenciones para fiestas corporativas y sociales.
Una de las atracciones de este hotel es la apertura de la primera piscina más grande de Centroamérica, que tendrá siete hectáreas y que en abril próximo se abrirá al público la primera fase que comprende 3.5 hectáreas.
En tanto, Breezes Resort & Spa Panamá ofrece tarifas promocionales para cuatro noches a un precio mínimo de 130 dólares por persona en habitación doble, y de 155 dólares por persona por dos noches; mientras que el Royal Decameron, el pionero del negocio todo incluido, ofrece habitaciones por 135 dólares en promedio.
A estas ofertas se le debe sumar el Club de Playa de San Carlos, una infraestructura estatal administrada por RG Hotels, que también se maneja bajo el concepto de todo incluido. Por 25 dólares por persona, el visitante tiene derecho a uso de piscinas, playa, al consumo de comidas y bebidas.
Cecilia Hernández, quien ha visitado dos de los hoteles todo incluido en el país, dijo estar contenta con la aplicación de la oferta, pero espera que con la competencia “ los servicios sean más personalizados y la oferta gastronómica menos masiva”.
“El concepto debe ser ofrecer mucho, pero siempre de buena calidad”, expresó.
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