De aquí a unos años ya no hará falta salir de casa para ir de compras. Ahora internet nos ofrece la posibilidad de navegar entre sus millones de páginas y encontrar lo que necesitamos con el simple esfuerzo de un clic. Le damos la bienvenida al e-commerce.
El e-commerce es la compra y venta de productos y servicios en internet. Montar la tienda que siempre quiso tener se convierte en una realidad.
La World Wide Web es la plataforma adecuada para el desarrollo tanto de pequeñas como grandes empresas. Un portal puede verse desde cualquier zona del planeta, siempre que haya un ordenador y conexión a internet. Se ofrecen productos y servicios a un público ilimitado, la cuota de mercado crece.
Como se dijo en la última edición de la “European E-commerce Conference”, celebrada en Madrid, “gracias a internet el mercado potencial de cualquier empresa es todo el planeta”.
Este congreso concentró a expertos y líderes de compañías tales como Chris Hughes (fundador de Facebook y creador de My.BarackObama.com), Gustavo García Brusilovsky (fundador de Buy Vip), y Javier Pérez-Tenessa (creador de eDreams), entre otros, para hablar de las nuevas tendencias del mercado.
Frente a la crisis… abra una tienda
En una época de crisis como la que vivimos ahora puede parecer una idea descabellada montar un negocio, pero no es más que una oportunidad perfecta para asentar las bases de lo que puede ser un éxito, para darse a conocer a un público mayor y potenciar el comercio transfronterizo.
Es una forma de reactivar la economía investigando nuevos mercados y sin hacer una inversión desmesurada.
Marc Schillaci, fundador de Oxatis, empresa pionera en soluciones para comercio electrónico y autor del libro Cómo tener éxito con su tienda virtual, especificó a EFE los cuatro elementos necesarios para fundar una tienda virtual.
“En primer lugar, hace falta logística (un servidor, un dominio, una base de datos, etc); en segundo lugar una buena conexión a internet con ADSL; en tercero hay que asegurarse de que nuestros clientes tienen medios de pago, es decir, disponen de tarjetas de crédito; y por último y casi el paso más importante es un eficaz servicio de correo porque de nada sirve ofrecer un producto si luego no aseguramos su envío en un corto plazo de tiempo”.
Esas son las cuatro cosas necesarias para empezar un negocio en la red, pero si algo tiene claro Schillaci es que no hace falta un conocimiento informático avanzado. Cualquiera que tenga espíritu emprendedor podrá crear su portal de venta sin necesidad de ser ningún experto en ordenadores.
Los perfiles de empresarios online son variados. Se encuentra el ejecutivo o empleado de una empresa de gran tamaño que es capaz de gestionar y dirigir un comercio debido a su experiencia, pero que quizás por razones económicas no se atreve a dar el paso.
Luego está también el comerciante tradicional de una Pyme (pequeña y mediana empresa) que ante el deseo de expandir su negocio recurre a la tienda virtual.
Y por último se puede hablar de personas que desean desarrollar una actividad profesional individualmente, que le reporte unos ingresos complementarios (aunque puedan terminar siendo su única fuente).
El término anglosajón para definir este prototipo es “SOHO Business” (Small-Office Home-Office), persona que trabaja de forma autónoma y en casa.
‘Best-sellers’ en la red
Internet es imprevisible. Ningún empresario conoce el paradigma del éxito. En cuanto a los productos, no existe ninguna certeza de estar vendiendo el más rentable. Se desconoce cuál es el producto estrella en internet.
Está muy extendida la idea de que los mejores productos para vender online son productos para jóvenes, es decir, para gente que navega por la red con asiduidad.
Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta, pues también tienen muy buena acogida los productos que no se encuentran normalmente en las tiendas, lo que se conoce como el fenómeno “long tail”.
Este término, acuñado por Chris Anderson, editor jefe de la Revista Wire, hace referencia a esos negocios en la red en los que el coste de almacenamiento y distribución es menor que en un negocio tradicional y permite ampliar su catálogo ofreciendo productos que normalmente no encontramos en tiendas por no ser lo suficientemente rentables.
Un ejemplo de ello es el portal para comprar libros online Amazon que obtiene entre el 25% y 30% de sus ingresos de la venta de los libros que no son precisamente superventas.
Consejos para su tienda virtual
Mientras que para las pequeñas empresas montar una tienda virtual es un derecho, una oportunidad que la tecnología de hoy en día pone a su alcance, para las grandes multinacionales es casi una obligación. Necesita estar disponible para resolver las dudas de los clientes en el momento que a él le convenga.
Pero como afirmó Schillaci, “no basta con un catálogo online y un botón en el que se lea comprar”. Es cierto que el catálogo es lo más importante, pero no lo único. Una buena página debe transmitir transparencia. No sirve de nada esconder los datos personales del comerciante o ¿acaso no le provocaría desconfianza comprarle a una persona con la cara tapada? Lo normal es que el cliente llame y compruebe su existencia.
El e-commerce es la compra y venta de productos y servicios en internet. Montar la tienda que siempre quiso tener se convierte en una realidad.
La World Wide Web es la plataforma adecuada para el desarrollo tanto de pequeñas como grandes empresas. Un portal puede verse desde cualquier zona del planeta, siempre que haya un ordenador y conexión a internet. Se ofrecen productos y servicios a un público ilimitado, la cuota de mercado crece.
Como se dijo en la última edición de la “European E-commerce Conference”, celebrada en Madrid, “gracias a internet el mercado potencial de cualquier empresa es todo el planeta”.
Este congreso concentró a expertos y líderes de compañías tales como Chris Hughes (fundador de Facebook y creador de My.BarackObama.com), Gustavo García Brusilovsky (fundador de Buy Vip), y Javier Pérez-Tenessa (creador de eDreams), entre otros, para hablar de las nuevas tendencias del mercado.
Frente a la crisis… abra una tienda
En una época de crisis como la que vivimos ahora puede parecer una idea descabellada montar un negocio, pero no es más que una oportunidad perfecta para asentar las bases de lo que puede ser un éxito, para darse a conocer a un público mayor y potenciar el comercio transfronterizo.
Es una forma de reactivar la economía investigando nuevos mercados y sin hacer una inversión desmesurada.
Marc Schillaci, fundador de Oxatis, empresa pionera en soluciones para comercio electrónico y autor del libro Cómo tener éxito con su tienda virtual, especificó a EFE los cuatro elementos necesarios para fundar una tienda virtual.
“En primer lugar, hace falta logística (un servidor, un dominio, una base de datos, etc); en segundo lugar una buena conexión a internet con ADSL; en tercero hay que asegurarse de que nuestros clientes tienen medios de pago, es decir, disponen de tarjetas de crédito; y por último y casi el paso más importante es un eficaz servicio de correo porque de nada sirve ofrecer un producto si luego no aseguramos su envío en un corto plazo de tiempo”.
Esas son las cuatro cosas necesarias para empezar un negocio en la red, pero si algo tiene claro Schillaci es que no hace falta un conocimiento informático avanzado. Cualquiera que tenga espíritu emprendedor podrá crear su portal de venta sin necesidad de ser ningún experto en ordenadores.
Los perfiles de empresarios online son variados. Se encuentra el ejecutivo o empleado de una empresa de gran tamaño que es capaz de gestionar y dirigir un comercio debido a su experiencia, pero que quizás por razones económicas no se atreve a dar el paso.
Luego está también el comerciante tradicional de una Pyme (pequeña y mediana empresa) que ante el deseo de expandir su negocio recurre a la tienda virtual.
Y por último se puede hablar de personas que desean desarrollar una actividad profesional individualmente, que le reporte unos ingresos complementarios (aunque puedan terminar siendo su única fuente).
El término anglosajón para definir este prototipo es “SOHO Business” (Small-Office Home-Office), persona que trabaja de forma autónoma y en casa.
‘Best-sellers’ en la red
Internet es imprevisible. Ningún empresario conoce el paradigma del éxito. En cuanto a los productos, no existe ninguna certeza de estar vendiendo el más rentable. Se desconoce cuál es el producto estrella en internet.
Está muy extendida la idea de que los mejores productos para vender online son productos para jóvenes, es decir, para gente que navega por la red con asiduidad.
Sin embargo, esta afirmación no es del todo cierta, pues también tienen muy buena acogida los productos que no se encuentran normalmente en las tiendas, lo que se conoce como el fenómeno “long tail”.
Este término, acuñado por Chris Anderson, editor jefe de la Revista Wire, hace referencia a esos negocios en la red en los que el coste de almacenamiento y distribución es menor que en un negocio tradicional y permite ampliar su catálogo ofreciendo productos que normalmente no encontramos en tiendas por no ser lo suficientemente rentables.
Un ejemplo de ello es el portal para comprar libros online Amazon que obtiene entre el 25% y 30% de sus ingresos de la venta de los libros que no son precisamente superventas.
Consejos para su tienda virtual
Mientras que para las pequeñas empresas montar una tienda virtual es un derecho, una oportunidad que la tecnología de hoy en día pone a su alcance, para las grandes multinacionales es casi una obligación. Necesita estar disponible para resolver las dudas de los clientes en el momento que a él le convenga.
Pero como afirmó Schillaci, “no basta con un catálogo online y un botón en el que se lea comprar”. Es cierto que el catálogo es lo más importante, pero no lo único. Una buena página debe transmitir transparencia. No sirve de nada esconder los datos personales del comerciante o ¿acaso no le provocaría desconfianza comprarle a una persona con la cara tapada? Lo normal es que el cliente llame y compruebe su existencia.
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