A finales del mes de julio, las caguamas nacen en diferentes sectores, como por ejemplo la playa La Barqueta, ubicada en el distrito de Alanje, provincia de Chiriquí.
Llegan a la vida luego de permanecer en el nido unos 45 días.
Una vez se asomen a la luz de la vida, esas minúsculas tortugas correrán y nadarán para alcanzar las aguas del océano Pacífico y aportar con ello que su especie no desaparezca.
AYUDA
En esa playa chiricana varias personas se dedicarán a recolectar los huevos de esa especie, los que colocarán en nidales establecidos estratégicamente para que se dé el proceso de incubación y nacimiento, el cual promedia 45 días.
En los últimos días del mes de julio comienza “la corrida” hacia el mar para luego nadar hacia la vida.
De esos miles de huevos depositados nacerán de forma escalonada diariamente cientos de tortugas.
HOGAR
Las “incubadoras” son hechas por las tortugas y por el hombre, las cuales son protegidas de diferentes depredadores.
En La Barqueta son muchas las familias que promueven estos nidales y cuentan con el apoyo de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), que los instruyen en su manejo y cuidado.
Los nidos hechos por el hombre son similares a los que hacen las caguamas, siempre alejados de donde llegan las olas, con una profundidad de un pie, de boca pequeña y ancha hacia abajo similar a un estómago y el tubo digestivo.
Ismael Cuesta, quien construye nidos, explicó que luego que la tortuga desova se sustraen los huevos y de inmediato son trasladados e introducidos en los huecos, cubriéndolos con arena y se registra en una estaca la fecha del nacimiento.
Esos nidales construidos se les colocan mallas a fin de no permitir que aves, perros o cangrejos ingresen y se coman los huevos.
Una vez se cumpla el ciclo de 45 días, las primeras tortugas irán emergiendo de la arena.
Los cuidadores de los nidos estarán atentos a colaborar para que salgan de ese gran vientre de arena, cuya calidez hace posible que se incuben huevos.
LIBERTAD
Las tortugas son liberadas cerca a donde mueren las olas, siempre se espera que se complete el nacimiento de todas las que están en el nido.
Juan Castillo, quien se dedica a proteger a las caguamas, afirma que las probabilidades de sobrevivencia de las tortugas nacidas en los nidos artificiales es mucho mayor porque son liberadas en el mar.
“Ya estando nadando y de allí en adelante las situaciones de peligro son similares a los nidales naturales, aquí el hombre no pude intervenir del ataque de otras especies marinas”, aseguró Castillo.
En la playa son vulnerables a las aves, perros y cangrejos.
Dentro de unos 20 años las que logren sobrevivir regresarán a su lugar de nacimiento.
En La Barqueta, el Anam ha estimado un área de protección silvestre especialmente para evitar en algo la disminución de su población.
Estos aportes han hecho que en algo la población de esta especie no disminuya marcadamente.
A partir de julio, usted puede presenciar esta maravilla de la vida animal, contacte a los funcionarios de la Anam para coordinar con ellos cómo comunicarse con las personas que poseen estos nidales y determinar cuáles son los días propicios para visitar la playa.
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