Serán aproximadamente 400 personas las que remarán para ganar el Ocean to Ocean Cayuco Race, competencia que deja en evidencia la simpatía que tiene este deporte en el país. Cientos de panameños se han inscrito para participar en esta disciplina, que parece no conocer límites de edades.
Es el caso de José Ferreirra, de 17 años, e Irene Ostrander, de 60 años. A pesar de que tienen 43 años de diferencia, ambos competirán en sus respectivos cayucos.
José, quien lleva cuatro meses practicando este deporte, destaca de esta actividad el grado de exigencia que requiere. “Hay que tener fuerza, resistencia y estar preparado físicamente con varios meses de antelación”.
Él comenzó a entrenarse desde diciembre. Sin embargo, cuenta que ayer practicó un tramo de la carrera y “no fue nada agradable. Recorrimos el lago Gatún... físicamente es una de la cosas más exigentes que he hecho”.
Irene, quien practica esta actividad desde hace 20 años, asegura que, a quien no se prepare adecuadamente, el sol y la fatiga le pasarán la factura en plena carrera. “La gente se deshidrata por el sol, que es lo más matón”.
Las advertencias de Irene y de José se basan, además, en el incesante movimiento de los brazos. “Hay trayectos que duran tres horas. Ese es el tiempo que debemos remar sin descanso”, cita José.
EXPECTATIVAS
Irene es positiva. Cree que pude tener un buen desempeño a pesar de que ella y sus compañeros de cayuco sobrepasan los 50 años. Sus antecedentes son buenos: un segundo y tercer lugar en estas competencias.
José, en cambio, dice que después de probar lo que es maniobrar en el Gatún, es consciente de su realidad. “Ya perdí las esperanzas de ganar, pero quiero ver qué tan bien puedo hacerlo”.
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