El Parque Nacional Volcán Barú fue creado en el año 1976 con una superficie de 14.322,5 hectáreas, todas ellas situadas en las provincias de Chiriquí, en su vertiente pacífica. Ubicadas en las proximidades de la Cordillera de Talamanca, la cima del imponente macizo del volcán Barú, de 3.474 metros de altitud, es el punto más alto de todo el país. Desde esta privilegiada atalaya se divisan ambos océanos y una gran parte de la región oriental de Panamá.
Como recuerdo de su pasada actividad, que se remonta a los años 600 de nuestra era, desde los 1.800 metros sobre el nivel del mar, la cota más baja del parque, hasta la cima, se suceden las formaciones de lava, las tobas y los acantilados volcánicos. Esto hace que su topografía sea muy quebraba y que se encuentra una gran diversidad de zonas de vida en tan escaso número de áreas protegidas.
Las temperaturas medias anuales fluctúan entre los 20ºC en sus partes más bajas hasta menos de 10ºC en la cumbre del volcán. Las precipitaciones son también muy variables, menos intensas en las zonas más bajas con una media entorno a los 4.000 mm anuales, mientras que ésta supera los 6.000 mm en las partes más altas. En el parque nacen importantes cursos fluviales como el río Caldera cuyas aguas generan una gran cantidad de energía hidroeléctrica para todo el país antes de unirse a las del río Chiriquí, y a los ríos David, Platanal, Piedra, Escarrea y Gariché.
A pesar de sus reducidas dimensiones en el área protegida se localizan bosques muy húmedos montanos, bosques húmedos montanos bajos que no se encuentran en ningún otro lugar de Panamá, bosques pluviales montanos bajos, bosques pluviales montanos, bosques muy húmedos montanos bajos y bosques pluviales premontanos.
Su altitud y aislamiento convierten al macizo en una isla bioclimática en que junto a las especies comunes en otros lugares como los enormes robles (Quercus spp.) o los robes de vaco (Magnolia sororum) se localizan numerosos endemismos de esta región como la zarzamora (Rubus praecipuus) o las orquídeas (Stelis montana, Hoffmania areolata y Anthurium chiriquense).
Más de 250 especies de aves han sido censadas en el parque, entre ellas el bellísimo quetzal (Pharomachrus mocinno), el espectacular aguilillo blanco y negro (Spizastur melanoleucus) que sobrevuela las paredes acantiladas del área protegida, y los colibríes vertrinegro (Eupherusa nigriventris) y el orejivioláceo pardo (Collibri delphinae). También están presentes especies endémicas de la Cordillera de Talamanca como la reinita carinegra (Basileuturus melanogenys), el zeledonia (Zeledonia coronata), el pinzón musliamarillo (Pselliophorus tibiallis) y la pava negra (Chamaepetes unicolor).
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